jueves, 16 de diciembre de 2010

Tengo Miedo, Torero

          Ya ni recuerdo cómo llegué a buscar por alguno de sus libros. Al conocerlos, el tinte de sus letras me sedujo viciosamente. Tengo Miedo Torero escogí como mi primera obra, la primera instancia para conocer a este personaje tan atractivo por su extrañeza y tan escondido por su cruda letra.


          Pedro Lemebel expresa un romántico gesto con la homosexualidad al presentar este libro al desnudo, sin maquillaje, sin decoro, sin moral. La figura de La Loca y su amorío izquierdista me envició de tal forma que concluí el libro en sólo tres días.

          Esta obra, representa la novela clásica latinoamericana ya que trata sobre temas políticos, sociales y sobre un gran tema tabú para hace un par de décadas, la homosexualidad. Ambientado en plena dictadura, Lemebel nos cuenta sobre este mundo frío, decadente y caótico al que se debe enfrentar La Loca, sin dientes, sin plata, sin hombre, y en el cual convive sin cuidado aferrándose al amor de su inalcanzable Carlos, personaje heterosexual militante del FPMR.


          Los grafemas bordados de hilo rosa de Lemebel me cautivaron a tal punto que no pude dejar de leerlo. Libro tras libro sus obras fueron contaminando mi mente, y alma la cual se desvaneció ante tales letras. Esta novela en particular, me presentó una realidad distinta, ajena, imaginada e inconclusa en mi mente juvenil, el amor tratado de forma tan sutil envuelto en un paquete oscuro de violencia y decadencia terminaron por enamorarme. Jamás pensé ver la homosexualidad de esta forma tan romanticona, la ternura que expresaban sus letras me enamoró a tal punto que decidí crear un modelo de hombre en base al heterosexual Carlos, al amado Carlos que La Loca no sacó jamás de sus sentimientos.

          Al concluir y cerrar el libro sentí que mi vida era distinta, mi historia ya no transitaba por el mismo sendero, la cruda realidad homosexual, el amor y la sociedad terminaron cambiándome. Ya no soy el mismo, siempre lo reconozco, a veces pienso: ¡para qué cresta amar!, para qué sufrir, aunque en orden no sé cual viene primero. Tengo Miedo Torero me enseñó a amar el sufrimiento, o a sufrir por amar. Que a estas alturas, creo, es lo mismo.

Fotografíía: Yeguas del Apocalipsis (1987), Pedro Lemebel y Francisco Casas.

martes, 7 de diciembre de 2010

¿La juventud trasciende a la vejez?

Si queremos definir juventud entonces rápidamente podré describir una corta edad, que fluctúa entre los 16 y 30 años. Un poco más podrán afirmar algunos, un poco menos podrán señalar los más anticuados. Sin embargo creo que la juventud es algo que trasciende el estado corporal de una edad. Los pechos más firmes o el abdomen más plano no simbolizan este estado, que más que físico, creo, es total y completamente psicológico.

Bartola, (2007), señala: “La juventud no es una época de la vida, sino un estado de la mente. Es un ejemplo de la voluntad, una actualidad de la imaginación, un vigor de las emociones, un predominio del valor y la decisión sobre la timidez, en fin, es el impulso de la aventura.”

Zuleta (2009), en su publicación Web, expone que hay una serie de factores que inciden entre las personas que se sienten jóvenes y viejas, factores biológicos, psíquicos e incluso sociales. No es raro escuchar a jóvenes hablar de otros jóvenes como si se refirieran a una momia de Egipto, o incluso, es común oír a adultos hablar de otros adultos en forma despectiva, aludiendo a: ese viejo; esa vieja, cuando en realidad se trata de una persona de 47 o 52 años.

Entonces ¿qué es lo que sucede? Somos nosotros mismos los encargados de cometer estos errores semióticos y plasmar una institucionalidad de “lo que es joven y lo que no lo es”, le atribuimos ciertos parámetros que arbitrariamente la sociedad ha escrito.

Esa misma sociedad, nos inculca que pasado los 30 nuestra juventud viene en decline, pasado los 40 ya somos muy adultos, y a los 50 no ser abuelo es lo atípico en el siglo XXI. Pero es que también son otros tiempos, según informa el INE, la esperanza de vida de los chilenos es de 80 años. Es paradójico entonces tener la mitad de esta cifra y ya sentirnos viejos. Pese a que acuñar este término sea tan subjetivo como hablar de belleza o política.

¿Si tiene 63 años, se siente anciano? ¿Si tiene 39, siente que entrará en la década de la vejez? La juventud no es más que un estado mental que nosotros mismos alimentamos, con nuestras ideas, sueños y vivencias. Me parece apropiado que una persona de 50 o 60 años se sienta joven, su rutina de vida podría decir mucho de aquello pero, ¿no es una idea que debiéramos implantar en nuestra sociedad? La discriminación hacia la gente de alta edad, es un fenómeno que se repite día a día; en las aulas de clases, en la estación de buses, en la atención a público en una institución. Quizás también el abuso de estos personajes (adultos) termine por dejar claro cuál es su rol en la sociedad. Son muchas las características que la atribuimos a la gente mayor; lentitud, pereza, pasividad, hostilidad, cuando en el fondo, bajo esa piel arrugada, esa joroba creciente y la mirada cristalina, se esconde un mensaje inconcluso, no descubierto.

Berger P. y Luckman T., (1966) señalan que la socialización secundaria, es decir la etapa que comprende después de nuestra niñez, ésa, que encamina a la adultés, es una de las más importantes, ya que recoge todo lo que seremos y pretendemos ser. Los mismos autores afirman que lo que seremos en la socialización secundaria, es lo que preservaremos por toda la vida. Joven o viejo. Al parecer uno elige.

Lista de referencias:

- Bartola, A. (2007, Marzo) Pensamientos sobre la juventud y la vejez. P. 1 Consultado: (22, Noviembre, 2010) Recuperado de http://www.foro-cualquiera.com/literatura/32187-pensamientos-la-juventud-la-vejez.html

- Berger P. & Luckman T. (1966) La construcción social de la realidad.
                                                    Amorrortu (Ed.)
                                                    Socialización secundaria
                                                    Buenos Aires, Amorrortu.

- Zuleta, C. (2009) Factores psicológicos intervinientes en la calidad de vida de personas en la etapa de la vejez. Consultado: (22, Noviembre, 2010) Recuperado de
http://www.monografias.com/trabajos14/psicolvejez/psicolvejez.shtml

sábado, 18 de septiembre de 2010

Nocturna y bohemia

Violeta, vestida de un afrodisíaco negro, entró en aquel lugar, prendió un cigarrillo, se despojó de su chaqueta, y lució sus senos ante la jauría nocturna de hombres sedientos de femineidad.

Sus manos envueltas en guantes de encaje bordearon su cuerpo curvilíneo al son de la música. Con movimientos lentos, exactos, tocó su cuello y luego los hombros, de pronto sus pechos y luego sus manos envolvieron sus caderas…

Fumando, olvidando y bebiendo el olvido, Violeta, sólo existía para ella misma. Caminó y transitó por las esquinas de ese lugar a medio iluminar, se sentó de pierna encima, expeliendo humo de su boca rosa, y en un acto sorpresa su mirada maquillada divisó una figura masculina acercarse a su cuerpo infinito…
¿Qué tal, cómo te llamas? Violeta, lanzó una mirada lujuriosa, fumando de su boquilla arrojó el humo sobre el rostro de aquel tipo. Se fugó de la situación. No era el momento para conocer a un hombre. Era la noche para conocerlos a todos.

Cuando se sintió lo suficientemente ebria se acercó hacia la horda masculina, se dejó tocar, se permitió seducir por todos los hombres que allí se encontraban, ninguno en particular llamaba su atención, más bien el conjunto masculino, su aroma y su tesón la cautivaron.
En el momento en que se divorció de aquellos hombres acudió hacia el apoyo de una muralla ajena, sacudió su cuerpo ante la pared y moviendo sus manos en forma de abanico mostró todo lo que tenía a la noche, a su querida noche, a su mugrienta noche que la presentaba así; osada, patética y performista.

Cayó al suelo, tomando su cabeza, acariciando sus senos y fumando su eterna boquilla. Parecía que intimaba con ella misma; que esa noche de placer jamás acabaría…
Y que la llama de su cigarrillo, jamás se apagaría…


viernes, 13 de agosto de 2010

Doce

El amor en la niñez es como un resfrío que nos toma por sorpresa en medio de una estación aburrida. Suponemos un sentimiento idealizado y eterno.
Jesús, a sus doce años nunca esperó enamorarse, o por lo menos eso él creía, porque cuando necesitas, sueñas y quieres a alguien, ¿eso es amar no?

Entonces, fue a clases como cualquier día normal, lo único "anormal" era la flor que guardaba en su mochila, recogida de su propio jardín, y el ánimo amoroso con el que concurría a la escuela.
En la clase de lenguaje decidió que era el momento. Tocó la campana de esa escuela rural y él sin titubear, melosamente entregó su flor, perfectamente guardada, perfectamente olorosa, de color violeta, con hojas blancas, y acompañada de una sonrisa que comunicó un: te amo.
José, su mejor amigo y de la misma edad jamás imaginó tal desorden, tal caos ante sus ojos preadolescentes. Jamás podría amarlo, a sus pajeros doce años había tenido sueños e imaginaciones con su amigo Jesús, pero nunca pensó en tal acto de amor.
Se levantó de su pupitre y sin pensarlo, votó la amorólica flor al suelo, y con un gesto de ira sacó a Jesús de su camino y salió de la sala a ventilar sus sentimientos confusos.
Doce años, doce cumpleaños juntos, quizás doce abrazos apretados entre los mejores amigos de una niñez ahora inconclusa.
Jesús llegó a su casa, y llorando… idealizando con su amor, gritando adentro de su alma por un beso de "su José"… escribió desesperado…

Fuegos de azar, amor perdido
Yo soy quien te aventaja en cada muerte
Porque soy espejo
Porque soy rincón, el mundo tiene esquinas
Porque abro en cada pétalo un perfume
Y tú no puedes ser sino la rosa…

domingo, 1 de agosto de 2010

Crónica Utópica I

Eduardo, en su lecho de muerte recordó ferviente los latidos acelerados de su corazón proleta, esos latidos que jamás volverán a pasar por su íntima bóveda de amor.
Antes de su último respiro recordó con nostalgia aquellos años y meses mozos en los que la felicidad adornó su cotidianeidad. Él, ya no estaba, pero sin duda ni la muerte ni el olvido pasarán por alto el imborrable destello del amor vivido.

Ante la situación agonizante, fue imposible recordar todo desde el primer momento…

Entonces, Eduardo, percibió el día distinto, la salida de la Universidad parecía conspirar una tarde sorpresiva ante el escenario urbano de ese paisaje de cemento. Antes de cruzar la calle como señorita bien educada, miró hacia ambos lados y levantó sus pies delicados como cual bailarina clásica emite un paso de finura noble ante la sociedad callejera.

Y en esa esquina, tras cuatro pasos apurados, vio por primera vez lo que nunca esperó encontrar. Acarreando la pala y trabajando casi sonriente bajo el sol de aquella tarde, estaba un joven cubierto sólo por el overol laboral que tapaba de glamour tosco su trabajo sencillo. Eduardo quedó atónito, su adicción a la testosterona no perdonó ni escatimó en moralidades, y simplemente cedió, ante el placer de mirar a aquél hombre de la calle, trabajador sudado, joven, hermoso pero no perfecto, pero si tan masculino que sus tapujos y filtros debieron quedar estancados en la esquina anterior.
Lo vio, lo observó… Y su mirada era cristalina como el mar en las tardes de invierno. Con un tono nostálgico que adornaba su mirada de macho. Con una pupila perfecta. Unas pestañas negras con una curva casi maquillada y tan masculinas como su dueño. Y con unos ojos que reflejaban su personalidad, la difundían. Lo delataban.
Ante su mirada sencilla y sus ojos café-cotidiano Eduardo se dijo: “él es a quien quiero amar".
Continuará...

martes, 13 de julio de 2010

Nocturna y Bohemia


...Puedo oír tu llamada, la llamada...
Mirar la lluvia caer, caer.
Esta noche quiero quedarme contigo.
Quiero jugar contigo, Esta noche
Quiero bailar contigo, Esta noche
Quiero mentir contigo, Esta noche...

De los bastiones del norte el viento viene...
El perfume de la estación más fría está a tu alrededor.
El crepúsculo se parece a una daga que asfixia nuestras vidas.
Este es el color, es brillante en mis ojos.

Puedo oír tu llamada, la llamada...
Mirar la lluvia caer, correr...

Esta noche quiero estar contigo
Quiero jugar contigo Esta noche
Quiero bailar contigo Esta noche
Quiero mentir contigo Esta noche...

Un trago y el humo de mi cigarrillo envuelven mi mirada en la noche... la tapan, la maquillan, ¿juguemos al disfrute eterno como cual hedonista en sus días perversos?

sábado, 3 de julio de 2010

Te quiero, quise decir. Te amo, estoy casi seguro.

Siento frío y lo primero que viene a mi mente son tus abrazos dulzones acariciando mi cuerpo entumido.
Tus caricias desinteresadas aplacando el inquietante deseo amorólico de mi cuerpo amante.
Creo que el recuerdo, me pesará por más de lo que creo.
A veces pienso para no pensarte, para no tenerte presente en mi mente fugaz, esperanzada, errante, y amante.
El corazón se me hizo y deshizo al decir, “terminemos”, pero tu silencio y desinterés terminaron por romper mi utopía de amor.
Nunca quise hacerlo, esperé para no realizarlo. Postergué para no ejecutarlo. Descuidé de mis sentimientos para no mencionarlo y no hacer… lo que me vi obligado a decir.
Quizás tomé el camino valiente. El debido. El correcto. Quizás hacia allá iba todo, pero nunca quise fijarme en el trayecto, ése, en el que tú eras el chofer de mi taxi, y nunca vi tu recorrido. Nunca vi que me llevabas a ninguna parte. Pensando que me bajaría en “siempre feliz”. Llegué a “nunca te querré”.
Me quedo con tu recuerdo humilde, sencillo y cercano, que probablemente me provocó ese sentir intenso que se propaga por mis venas sentimentales como virus que carcome las entrañas. En este caso, el corazón.
Te quiero por ahora, yo sé que te amaría, para allá iba mi camino. Siento un poco de nostalgia al ver que el tuyo era más bien un camino errante y sin rumbo. Vacío… Así como quedaron mis sentimientos y visiones después de decirte adiós reteniendo avergonzado una lágrima penosa.
En nuestra despedida… Te quiero quise decir, te amo, estoy casi seguro.

miércoles, 23 de junio de 2010

Crónica de un Sida anunciado


Debe ser una de las penas más desgarradoras… tenerlo o vivirlo, ser portador o ser el amigo, sobrino, de… El VIH se enfrenta a nuestras vidas como norma, nos dice, nos juzga, nos somete a… Lo más duro debe ser saber que eres como un producto con fecha de vencimiento. Que ningún refrigerador podrá mantenerte, o si tienes suerte, puedes encontrar alguna nevera estable. ¿Crees que Dios se olvidó de él? ¿Qué piensas de Dios? ¿Por qué este dolor?

El sida busca implacable a sus víctimas de entre los seres vivientes. Les quita su vida. Su historia. Y los resume a un bulto, a una persona convertida en un zombie por causa de esta fiebre hedonista.
Sin duda el VIH es la única enfermedad que te puede reducir a la miseria en un par de meses o años. Tu historia se apaga, como un cigarro votado al suelo y pisoteado por un padecimiento que no perdona, que no escatima, y hiere hasta lo profundo, por debajo de la piel, hasta el corazón, hasta el alma.


…Esperando pulir la pena, la catástrofe de una enfermedad no anunciada. De un dolor no planificado. De un entierro en secreto, sin detalles, sin conversaciones sobre las causas. Se irá al ataúd con anonimato.
…Esa enfermedad que cortó una vida, una historia y mató una sonrisa.



En honor a un amigo y su conmovedora historia.

miércoles, 2 de junio de 2010

Entrevista

Cientista Político, Inés Picasso, sobre dos meses de Piñera:

“No se gobierna un país como a una empresa”

La politóloga española, docente y jefa de carrera de Ciencias Políticas y Administrativas de la UdeC, evalúa cómo “regular, con nota 5.5” la administración del nuevo gobierno del Presidente Piñera y advierte sobre las complicaciones en las gestiones y altas direcciones del Estado.


El gobierno ha tenido la dificultad de enfrentarse ante un escenario político - social catastrófico y anormal. Pero estos factores no deben ser justificación para los incumplimientos en materia de gestión y administración del Estado. “El gobierno de Piñera ha tardado demasiado tiempo en nombrar a las autoridades regionales y de las altas direcciones de la administración del Estado. Desde marzo sabían que asumirían el mando del ejecutivo, esto supone un nombramiento de autoridades oportuno. Y su retraso y problemas en las adjudicaciones de esos puestos, sin duda, han complicado la gestión. Llevamos demasiadas semanas desde que sucedió el terremoto y desde que asumió el nuevo gobierno, y aún tenemos instituciones o funcionarios públicos que están haciendo poco o nada”, dando como ejemplo a la SEREMI regional.


El discurso de Piñera del 21 de Mayo ha servido como texto imprescindible para diversas discusiones y debates sobre si los temas abordados son trascendentales o no para las necesidades democráticas que estos tiempos demandan, pero sin duda, señala la politóloga, el Presidente Piñera desea hacer bien las cosas, y además mantener ese gran edificio de protección social que los gobiernos de la Concertación han construido en estos 20 años. “Lo más probable es que Piñera quiera realizar algunos cambios en la estructura de este edificio, pero en ningún aspecto desmantelarlo. Siempre buscando hacer más eficiente el sistema en las políticas públicas en Salud o Educación por ejemplo”.


Nueva Forma de Gobernar sin políticos. “El Presidente cree que puede gobernar el país como se administra una empresa y poca importancia le está dando a la política. Lo vemos en el hecho de que la mayoría de sus ministros y secretarios no provienen del mundo político o desde la militancia de algún partido. No sólo con nuestros conocimientos profesionales, expertise o diplomas podemos administrar el Estado. No se gobierna un país como a una empresa.” Concluyó la experta.

viernes, 21 de mayo de 2010

El rugido sentir del alma follera

Un movimiento, una entrada, un entraysale del premio mayor, ¡un oscar ganador para el pene más rico y sexy! Ése que sólo al mirarlo te produce una sensación estomacal tan alborotada que no sabes si es amor por el pico o una gran calentura que te dejará ciego por el placer al frotar.
Esa carrera por el multiorgasmo masculino, idealizando con que no te irás… no sucederá, todo será un eterno letargo placentero… hasta que a tu acompañante le viene el exquisito chorro de perlas que tanto anima al clímax pasivo.
...Dos conceptos que se encuentran, sexo y amor. El sentimiento, ese cariño por tu amante follador, ese “algo” que le da un plus al “hacer el amor” con el ser elegido, con ese hombre casi querido, casi amado, y muy deseado. Se fusionan calentura y cariño, sexo y caricias, entraysale y beso en la mejilla, en fin, todo, suma y sigue, para llegar al gran final, ese tan esperado, rico, fructífero, anhelado y exquisito. El orgasmo perpetuo y eterno de los amantes entrelazados.

miércoles, 28 de abril de 2010

Existo y luego molesto.

Y miré a todos mis compañeros de micro. Alumnos de ese chofer y el tío auxiliar, que cobra el pasaje siempre con esa mirada excluyente: “pendejo culiao” te dice o “córrete más, sapo culiao”, comunican sus párpados analfabetos.
Como si nos tuvieran una fobia gratuita, jóvenes, que tanto nos sacamos la cresta por hacer algo con nuestra mente, para hacer algo más que tomarnos esa promo de ron con vasos o fumarnos ese pito que tanto nos adorna la tarde.
En el mismo bus, colegiado, sube un nuevo alumno. Hediondo por su estadía en el hotel cero estrellas de la calle no sé adonde. O cuando pernoctó cerca del hospital esperando despertar y pillar a alguna vieja cagá que le tirase una gamba.
El Tío quiere echarlo abajo. Los compas ríen, otros, se miran con cara de asco, advirtiendo y alucinando con el vómito que se viene, si este hueón no se baja de la micro.
Un señor de terno le da la espalda. Un travestido viejo de mierda que pretende ser gente con un traje de dos piezas. Se baja. No sé si éste es su Opus-domicilio o si el hediondo compañero lo espantó del micro bus hostil.

Susto inamistoso, o risas de mariconadas.

Cuando no quise hablarle.
No quiso decir ni un sólo chasquido mi hocico chupón. Esa risa prostibular de sus amigos me incomodó, a tal en-verga-dura que no quise verlo al siguiente día. A ver si podía olvidar el risueño gesto molesto de la loca pop-del siglo XXI. Su adornado amigo que me despidió con risitas maracas de chismeo homosexual barato.
“Lo que aguanta uno cuando te gusta un mino” pensé. A ver si podemos vivir la idealidad amorosa, eréctil, amorólica y estable. Ésa es mi utopía.

jueves, 22 de abril de 2010

El hombre del almuerzo

Estaba en ese restaurante de mala muerte, oliendo la soledad de la hora de almuerzo. Levanté la mirada y vi a un hombre joven, Da Vinci hubiese dicho que su estética era perfecta.
Me sonrojé, no pude verlo a los ojos, por miedo a que el amor se me escapara de la mirada.
Se sentó muy cerca de mí, casi pude sentir su olor, su aroma a hombre que en ese momento encandilaba mi frío almuerzo.
Pensé en hablarle, mis pulsaciones se aceleraron, descubrí que era un cobarde, “no puedo ir a hablarle”, “no tengo el coraje” me dije.
Seguí con mi comida y la compañía de la silla vacía, lo miré a los ojos, me sonrió, quise decir “hola”, quise quedarme junto a su cuerpo, compartir, o sólo mirarlo fijamente a los ojos. Su mirada se perdió, no la pude encontrar más.
Mis alimentos se enfriaron y con su partida de aquel lugar oscuro y pequeño se fue mi ilusión, esa idea del amor, a primera vista, en el primer plato, sin postre y sin regreso.